Comunicación mente-cuerpo
En este capítulo nos enfocaremos en enfoques efectivos que facilitan la comunicación mente-cuerpo. Aprenderemos cómo palabras, frases, preguntas y una variedad de estrategias de búsqueda pueden acceder a los problemas codificados en estados vinculados a la memoria y hacen que la información esté disponible para auto-ayuda. Todos esos enfoques son exploraciones acerca de cómo podemos, de la mejor manera, actualizar el potencial humano, más que manipular y controlar la conducta. Nuestro trabajo no involucra condicionamiento abierto ni encubierto, “lenguaje de la persuasión”, ni programación. Ni siquiera usamos “sugestión” en el sentido convencional de poner una idea en la mente de otra persona. Más bien, simplemente accedemos a recuerdos dependientes del estado, aprendizaje y sistemas de conducta y hacemos que su información codificada esté disponible para resolver problemas. El locus de control del proceso de sanación permanece dentro del paciente todo el tiempo. El terapeuta es un facilitador, guía y consultor.
En la medida que sea posible, siempre usaremos las propias palabras, actitudes y visión del mundo del paciente como la ruta más deseada para acceder a las áreas de los problemas. Nuestros enfoques están usualmente centrados en el problema, porque “los problemas” son los caminos hacia el “umbral de desarrollo” de la persona. Todos nuestros enfoques terapéuticos activamente involucran al paciente a tomar acción, incluso en la primera sesión, lo cual lo moverá rápidamente a tener mejores habilidades para enfrentar la situación y a una posición de auto-eficacia.
Cada acceso es un reencuadre
La premisa básica para todos los enfoques esbozados en este libro es “Cada acceso es un reencuadre”. Cada vez que accedemos a un recuerdo, aprendizaje y proceso de conducta, dependiente de la memoria, que codifica a un problema, tenemos una oportunidad para “reasociar y reorganizar” o reencuadrar ese problema de una manera que lo resuelve. Esta premisa está basada en la reciente investigación sobre memoria, aprendizaje y cognición por Lynch, McGaugh y Weinberger (1984). La memoria no opera como un grabador, el cual simplemente reproduce exactamente lo que aprendimos. La memoria también es un proceso constructivo mediante el cual sintetizamos una nueva experiencia subjetiva cada vez que recordamos un evento del pasado.
Mente y naturaleza están en un constante cambio y flujo creativo. Es irritante para nosotros cuando nuestros recuerdos de un evento son diferentes de los de otra persona, y cuando nuestro propio recuerdo cambia en el tiempo.
Pero esto es una ventaja para el psicólogo. Cuando la mente en forma natural revisa un recuerdo desde una perspectiva ligeramente diferente, espontáneamente se involucra en construir realidades alternas.
Rutina de tres pasos para resolver problemas
En general, en cualquier enfoque de terapia:
1. Terapeuta y paciente inician juntos un proceso de comunicación.
2. Se involucran en algún tipo de trabajo terapéutico.
3. Esperanzadoramente tienen algún criterio sobre resolución de problemas, de tal manera que saben cuándo descontinuar la interacción.
En la hipnoterapia tradicional, los tres pasos son, de alguna manera estos:
1. Establecer confianza y rapport
2. Ofrecer sugestiones terapéuticas para un trabajo interior creativo
3. “Despertar” al paciente y ratificar la resolución del problema.
Si el problema no es resuelto, se repiten los mismos tres pasos, quizás haciendo algunos ajustes. Estos tres pasos pueden ir de lo simple a lo complejo.
La fórmula de acceso básica
La esencia de todos los enfoques terapéuticos en este capítulo puede ser encontrada en lo que puede ser llamada la fórmula de acceso básica. Los hipnoterapeutas han usado esta fórmula por siglos. Fue analizada y formulada por Erickson y Rossi como la “orden implicada”. Esta fórmula es fundamental diferente de las anteriores formas de sugestión directa, autoritaria.
La fórmula de acceso básica puede ser expresada de muchas maneras diferentes, pero siempre tiene tres partes que son estándar:
1. Una introducción vinculada al tiempo que inicia una búsqueda interior de estados dependientes de la memoria, aprendizaje y sistemas de conducta.
2. Acceso y transducción de los problemas y síntomas ligados al estado.
3. Señales de una respuesta conductual observable cuando el proceso de acceder y la transducción terapéutica se ha completado.
Cuando el paciente responde a esta fórmula de acceso interior tranquilizándose y cerrando los ojos, tenemos una respuesta conductual observable indicando que el trabajo interior está tomando lugar. Este es un enfoque totalmente natural y fácilmente aceptado para la solución interna de problemas, porque utiliza el típico proceso diario que todos experimentamos cuando nos “metemos para adentro” momentáneamente para imaginar cómo lidiar con un asunto. Esta expresión de la fórmula de acceso introduce y facilita un proceso de revisar recuerdos asociados con el problema. Como se verá, hay muchas expresiones de la fórmula de acceso que puede facilitar nuevos aprendizajes, el reencuadre, las ideas pasadas de moda y la canalización de la auto-expresión en formas más adecuadas para la solución de problemas.
La investigación en pensamiento creativo (Rossi) ha demostrado que la esencia de lo nuevo usualmente es generada dentr4o de nosotros a nivel inconsciente. La mente consciente simplemente recibe la nueva idea y la somete a validación e integración con patrones previos de comprensión.
La fórmula de acceso básica 1. Una introducción vinculada al tiempo que inicia la búsqueda interior Tan pronto como tu mente interior (inconsciente creativo, guía espiritual, etc.) sepa 2. Acceso a las fuentes del problema ligadas al estado tú puedes revisar recuerdos importantes relacionados con la fuente del problema 3. Señales observables de conducta, de la solución del problema encontrarás que mientras tus ojos se cierran (la respuesta conductual observable) te sientes más cómodo para revisarlas. |
La fórmula de acceso básica estructura una oportunidad para que suceda algo nuevo a nivel inconsciente en la fuente de creatividad. Es una manera de enfocar los recursos mentales del paciente (por ejemplo, recuerdos dependientes del estado, emociones, hábitos, asociaciones sensoriales-perceptivas, patrones de aprendizaje, etc.) y dirigirlo hacia un estado creativo de solución de problemas.
Vamos a examinar ahora algunas de las variantes de la fórmula de acceso básica que son particularmente útiles para problemas clínicos.
Accediendo a recursos vinculados al estado para la solución de problemas
Este enfoque general de tres etapas para la solución de problemas accediendo a los recursos internos del paciente fue originalmente descrito por Erickson y Rossi en 1979 como un modelo básico para la hipnosis terapéutica. Está siendo generalizado aquí para un procedimiento que es útil para un amplio rango de problemas que los pacientes pueden resolver por sí mismos durante un período de “trabajo interior”.
Etapa 1: La señal de buena disposición para el trabajo interior. En esta primera etapa del enfoque, el terapeuta le pide al paciente que revise la historia y naturaleza del problema. Esta revisión inicia la actividad de acceder y el reencuadre espontáneo que es característico de todos los procesos de memoria. Esta revisión inicia así el proceso real de la terapia, aun cuando el paciente pueda creer que “solamente está hablando acerca del problema”. En la atmósfera positiva generada por la empatía de la transacción terapéutica, el paciente a menudo experimentará una remisión parcial del síntoma, o podría ganar alguna percepción de cómo el problema podría ser resuelto. Esas exploraciones terapéuticas iniciales son, por supuesto, apoyadas por el terapeuta, quien ayuda al paciente a reconocer cómo su “mente interior” o “inconsciente creativo” está en un trabajo constante de trabajo interno, durante el cual está intentado y hasta teniendo éxito con varias de las partes del proceso total de solución del problema. El paciente es estimulado después, por ejemplo, por la revisión de experiencias más tempranas de situaciones de su vida en las cuales él, o algún conocido pueda haber resuelto un problema similar.
La primera etapa de este enfoque alcanza su clímax cuando un marco terapéutico positivo ha sido establecido y ahora el paciente mira expectante al terapeuta por una “respuesta”. La respuesta es suministrada introduciendo al paciente a un proceso interno se solución de problemas, de alguna manera como esta:
“Ahora que estás listo para continuar la terapia a un nivel todavía más profundo, puedes simplemente comenzar a ser más sensitivo contigo mismo”.
(Pausa)
“Cuando una parte profunda de tu mente interior sepa que puede resolver ese problema (pausa) te encontrarás a ti mismo sintiéndote más y más confortable, y tus ojos se cerrarán”.
En la típica situación de terapia, el paciente ya tiene suficientes marcos de referencia culturales que soportan esta expectativa de que la creatividad para la solución del problema puede ser iniciada por un proceso relajado de trabajo interior y de reflexión. Cuando el paciente lo hace, en efecto cierra los ojos como se le indicó, el terapeuta tiene respuestas conductuales observables que indican que las condiciones internas psicobiológicas para la curación interna están siendo puestas en movimiento.
La frase “sintiéndote más y más confortable” es más que simplemente un cliché, inicia un cambio en el sistema autónomo del simpático hacia el dominio del parasimpático. Esto disminuye todo el nivel psicobiológico de excitación, mientras la entrada de lo propioceptivo y lo kinestésico de todos los músculos del cuerpo disminuyen. Esto tiende a cambiar la atención del estímulo externo irrelevante hacia la memoria, aprendizaje y sistemas conductuales dependientes del estado necesarios para ser involucrado en la solución de problemas. Cerrar los ojos inmediatamente mejora la generación en el cerebro de ondas alfa (y eventualmente de ondas theta), las cuales están asociadas con la creatividad, la sensibilidad y la imaginación. Esto, a su vez, significa que hemos facilitado un cabio, de los procesos lineales y racionales del hemisferio izquierdo, hacia los proceso más primarios y holísticos característicos del hemisferio derecho, con su asociación más estrecha con el sistema límbico-hipotalámico de transducción de información mente-cuerpo.
En lugar de relajarse, cerrar los ojos y meterse para adentro, un paciente puede ocasionalmente ponerse más intranquilo o estresado y alerta. Esto indica que la condición terapéutica ideal para la primera etapa no ha sido encontrada todavía, sugiriendo que puede haber otro asunto con el que el paciente necesita trabajar, antes de que el proceso creativo de la solución pueda comenzar. El terapeuta necesita re-involucrar al paciente con preguntas exploratorias, tal como esta:
“me pregunto si hay algún otro asunto o problema con el que usted necesita trabajar, antes de hacer el trabajo interior”
Accediendo a recursos vinculados al estado para la solución de problemas 1. La señal de buena disposición para el trabajo interior Cuando una parte profunda de tu mente interior sepa que puede resolver ese problema (pausa) te encontrarás a ti mismo sintiéndote más y más confortable, y tus ojos se cerrarán. 2. Accediendo y transduciendo recursos vinculados al estado Ahora tu mente interior puede continuar trabajando por sí misma para resolver ese problema de tal manera que satisfaga completamente todas tus necesidades. (pausa) Hay recuerdos, experiencias de la vida y habilidades que tu mente interior puede usar de muchas maneras que tú puedes no haberte dado cuenta antes. 3. Ratificando la solución del problema Cuando tu mente interior sepa que puede continuar trabajando efectivamente con ese problema, encontrarás que quieres moverte un poquito (pausa) y abrirás los ojos y te pondrás totalmente alerta. |
Esta pregunta cuidadosamente elaborada contiene una implicación importante: El paciente hará el trabajo interno después de haber trabajado con cualquier otro remanente. Esta implicación es también una instrucción que facilita la función de planificación de la corteza frontal. El trabajo interno creativo está siendo cuidadosamente organizado y secuenciado para seguir con cualquier otro asunto que quede pendiente. Una que esto ha sido logrado, el terapeuta puede ofrecer otra vez la señal de buena disposición para el trabajo interior:
“Cuando una parte profunda de tu mente interior sepa que puede resolver ese problema (pausa) te encontrarás a ti mismo sintiéndote más y más confortable, y tus ojos se cerrarán”.
Etapa 2: Accediendo a los recursos vinculados al estado: Después que se cierren los ojos del paciente, el terapeuta puede permitir un período tranquilo de trabajo interior que proceda por su cuenta. Es valioso observar cuidadosamente al paciente durante este breve período de tiempo. Muchos patrones diferentes de reacción pueden ser evidentes. Algunas veces los párpados del paciente vibran mientras se cierran, como es característico en una inducción hipnótica clásica. Ocasionalmente los globos oculares rodarán hacia arriba y/o hacia la nariz. Estos movimientos han sido citados por algunos autores como una indicación de una capacidad para trance profundo. Después que los ojos se han cerrado, los párpados pueden experimentar estallidos de finos movimientos vibratorios verticales rápidos que pueden indicar el acceso de procesos internos dependientes del estado. Algunas veces hay movimientos horizontales rápidos (izquierda y derecha) que sugieren un paisaje interno que está siendo activamente observado. Ocasionalmente puede haber movimientos de rotación largos y lentos del globo ocular, debajo de los párpados cerrados, los cuales una vez más sugieren estados profundos de experiencia alterada. Esos movimientos indican que el paciente está involucrado en un proceso de búsqueda que es ideal para esta etapa del trabajo interior.
Algunas veces el paciente evidencia una simple quietud con ningún movimiento. Ciertamente allí parece haber una relación inversa entre la calidad del trabajo interno que está tomando lugar y el grado de actividad corporal externa.
El terapeuta puede ocasionalmente preguntar al paciente acerca de su experiencia interior cuando manifiestan esos diferentes patrones de conducta. Hay poca investigación en esta área. En cualquier caso, cuando el paciente se ha involucrado en un proceso interno de auto-participación, estamos listos para acceder y transducir recursos vinculados al estado, que es soportado de alguna manera como sigue:
“Ahora tu mente interior puede continuar trabajando por sí misma para resolver ese problema de tal manera que satisfaga completamente todas tus necesidades”. (pausa) “Hay recuerdos, experiencias de la vida y habilidades que tu mente interior puede usar de muchas maneras que tú puedes no haberte dado cuenta antes”.
Estas afirmaciones aparentemente casuales contienen implicaciones que facilitan el proceso de solución de problemas, de maneras sutiles. La cláusula “tu mente interior puede continuar trabajando por sí misma” implica que se está desarrollando una disociación entre la actividad que típicamente es manejada por el pensamiento del hemisferio izquierdo, en el cual uno está involucrado en obstinadamente dirigir los pensamientos propios, y el proceso autónomo y auto-organizante del hemisferio derecho. Hay una sutil disminución de la potencia de los marcos de referencia típicos de la mente consciente y de los patrones habituales de actividad (que pueden estar reforzando el problema), y un reforzamiento de los procesos primarios más autónomos que mantienen la promesa de una creativa solución de problemas.
La segunda oración “Hay recuerdos, experiencias de la vida y habilidades que tu mente interior puede usar de muchas maneras que tú puedes no haberte dado cuenta antes” es un medio de acceder y transducir recuerdos dependientes del estado, aprendizajes y sistemas de conducta que ahora necesitan ser involucrados para la solución del problema. Idealmente, los pacientes deberían recibir esta facilitación, la más importante, importante en sus propias palabras y en términos que sean congruentes con su sistema de creencias personal.
La siguiente tabla presenta una lista de señales cognitivas, emocionales, perceptivas (por los sentidos) y de conducta que son indicativas de involucramiento significativo con el trabajo interior y el sistema de aprendizaje que codifican los problemas. Es valioso reconocer esas señales porque ellas indican cuándo los pacientes pueden estar más disponibles para el cambio terapéutico. Cuando un paciente está en lágrimas, por ejemplo, está experimentando un estado emocional particular que lo capacitará para responder a preguntas y enfoques terapéuticos de cierta manera, a menudo sanadora. Un estado de relajación profunda o de catalepsia terapéutica puede obviamente capacitar a algunos pacientes a ser más receptivos a aquellos sentimientos, impulsos, imágenes e ideas dependientes del estado, que pueden ser de valor terapéutico para ayudarlos a reencuadrar su manera dominante pero plagada de problemas, de pensar y ser.
Tabla: Una lista parcial de señales cognitivas, emocionales, perceptivas (por los sentidos) y de conducta de involucramiento significativo con el trabajo interior y el fenómeno dependiente del estado. | |
Enrojecimiento o palidez del rostro Comodidad, relajación Respuestas emocionales Economía de movimientos Cambios en el globo ocular Cambios y cierre en los párpados Rasgos faciales relajados Sentirse distanciado (disociado) Literalismo Movimientos lentos o ausentes Se retarda el pestañeo, el sobresalto y los reflejos de tragar El pulso se hace más lento Cambios en la pupila Respiración más lenta Responde con atención Cambios sensoriales, musculares y del cuerpo | Distorsiones sensoriales y perceptuales Etapas de sueño Fenómenos de estado alterados espontáneos: Regresión en edad Amnesia Anestesia Catalepsia Alucinaciones Ilusiones Distorsión del tiempo Discurso mínimo o ausente Estiramientos Lágrimas Desfase (retraso) en el comportamiento motor y conceptual Cambios en la voz Bostezos |
Etapa 3: Ratificando la solución del problema: La tercera etapa de la ratificación de la solución del problema y el final de la sesión terapéutica, como las dos primeras etapas, depende de la capacidad de respuesta interna del paciente a las “directivas implicadas” del terapeuta. Cuando el terapeuta siente que se ha logrado una cantidad satisfactoria de trabajo terapéutico, la tercera etapa pude ser iniciada más o menos como sigue:
“Cuando tu mente interior sepa que puede continuar trabajando efectivamente con ese problema, encontrarás que quieres moverte un poquito (pausa) y abrirás los ojos y te pondrás totalmente alerta”.
El paciente usualmente se estira y reacomoda su postura cuando abre los ojos. Esta reorientación espontánea del cuerpo es en parte una respuesta a las palabras del terapeuta (“encontrarás que quieres moverte”), y en parte una orientación espontánea y natural a modos dependientes del estado de relación social normal en el mundo. Los pacientes que tienen talento para experimentar estados alterados profundos tradicionalmente asociados con hipnosis terapéutica, comentarán a menudo cómo ellos han estado “fuera”, “lejos”, realmente adentro”, “en trance” o “me sentía drogado o hipnotizado”. El mundo puede parecer más brillante por uno o dos momentos. Incluso puede haber una sensación de pérdida de la tercera dimensión. El mundo parece aplanarse o ser más profundo por algunos minutos. Todos esos reportes espontáneos sobre estados alterados son aceptados como una indicación totalmente natural y positiva de un efectivo trabajo interior; ellos son, como se indicó arriba, indicativos de un profundo acceso a fenómenos dependientes del estado que pueden ser reencuadrados por el cambio terapéutico.
El paciente usualmente hace algunos comentarios espontáneos acerca de la experiencia interior y los cambios constructivos de los síntomas/problemas que han tenido lugar. Esto es completamente en concordancia con la manera en la cual esta tercera etapa de ratificación del trabajo terapéutico que fue iniciado con las palabras “Cuando tu mente interior sepa que puede continuar trabajando efectivamente con ese problema, encontrarás que quieres moverte un poquito (pausa) y abrirás los ojos y te pondrás totalmente alerta”.
Esas palabras implican que no habrá un impulso para moverse hasta que una habilidad incrementada para hacer frente al problema haya sido experimentada. Esta implicación, como todas las demás, le dan al paciente un proceso inconsciente de libertad de elección. En este caso, la libertad para completar el trabajo interior a su propia manera y hace que tenga su propia elección para moverse y despertarse.
La frase “Cuando tu mente interior sepa que puede continuar trabajando efectivamente con ese problema” contiene una ambigüedad creativa que de nuevo permite a la mente inconsciente del paciente a tomar la decisión más adecuada en línea con su propia y mejor manera de funcionar: Ello podría haber sido capaz de resolver por completo el problema “aquí y ahora” en la sesión de terapia, o podría continuar el t5rabajo interno terapéutico después que la sesión haya terminado. ¡La ambigüedad creativa facilita la libre elección!
Todos funcionamos en muchos niveles; mientras aparentemente vivimos nuestras vidas normales en un nivel y desempeñamos ciertos roles, nos podemos involucrar en un intenso trabajo interior creativo y una auto-reorganización en niveles que nos están preparando para nuevos roles y actividades futuros.
Incubando la sanación mente-cuerpo
Esta variación de la Fórmula de Acceso Básica deriva de diferentes fuentes. Vaihinger y Watzlawick plantean el uso de la imaginación vía el “como si” y7 las profecías de auto-cumplimiento en la formación de nuestra realidad experiencial y “destino”. Somos víctimas del destino cuando permitimos que nuestro inconsciente, vía nuestro proceso creativo autónomo, construya nuestro futuro. Si tenemos poca o ninguna relación con esos procesos inconscientes, no tenemos nada que decir en la construcción de nuestro futuro. Podemos darle una mano a la construcción de nuestro futuro con nuestro trabajo interior, sin embargo, Erickson, por ejemplo, desarrolló lo que él llamaba “pseudo-orientación en el tiempo” como un método mediante el cual los pacientes podían sus propios futuros accediendo y facilitando posibilidades internas que sólo existían en forma embrionaria. Algunos clínicos están actualmente explorando el uso de la imaginación como una modalidad principal para facilitar la realización de profecías de auto-cumplimiento positivas.
Incubando la sanación mente-cuerpo 1. Señal de disponibilidad para revisar el problema actual Cuando tu mente interior esté lista para revisar todos los aspectos de ese problema que has venido experimentando (pausa) Encontrarás que te estás sintiendo más cómodo y tus ojos se cerrarán (pausa). Revisa, especialmente, todas las partes de eso con las que todavía no sabes cómo manejar. 2. Incubando la sanación actual y futura Ahora explora las posibilidades futuras de sanación. ¿Cómo te ves a ti mismo? ¿Cómo te sientes? ¿Qué estás haciendo ahora que el problema está completamente sanado? (pausa) Permite que tu mente interior revise cómo vas a pasar del problema actual (pausa) al futuro cuando estés curado. (pausa) ¿Cuáles son algunos de los pasos que tomarás para facilitar tu sanación? (pausa) 3. Ratificando la sanación mente-cuerpo Cuando tu mente interior sepa que puede continuar el proceso de sanación enteramente por su cuenta, y cuando tu mente consciente sepa que puede cooperar con esa sanación (pausa). Encontrarás que te estiras, abres los ojos y te sientes refrescado mientras vuelves a estar completamente alerta. |
Midiendo y prescribiendo el síntoma
Esta variante de la fórmula de acceso básica introduce dos nuevos enfoques: (1) Medir la intensidad actual del problema asignándole un valor numérico y (2) Prescribir el síntoma o problema mediante el cual el paciente es dirigido a llevar a cabo la aparentemente paradójica tarea de hacer el problema peor. Nuestra orientación psicobiológica sugiere que la medición puede ser un método para coordinar los lenguajes y actividades de los hemisferios izquierdo y derecho en relación al problema. El hemisferio derecho puede codificar un problema en los procesos analógicos-metafóricos típicos de las emociones, lenguaje corporal y sueños. De esta manera el problema podría no estar disponible para las rutinas de resolución más lineales, lógicas y racionales del hemisferio izquierdo. Esos procesos del hemisferio izquierdo pueden ser accedidos y asociados con el problema, midiéndolo, desde que para este hemisferio es más fácil trabajar con números y palabras, tales como “más o menos intenso, mejor y peor”.
Pidiéndole al paciente que experimente el problema, estamos presumiblemente activando procesos en el hemisferio derecho que tienen un acceso mejor preparado para acceder a la codificación del problema dependiente del estado. Preguntándole simultáneamente al paciente que “mida” el problema (que lo ubique en una escala) estamos presumiblemente activando y enfocando más conscientemente las habilidades del hemisferio izquierdo, en el problema. Para entonces preguntado a los pacientes “que hagan el problema peor y mejor” varias veces en rápida sucesión, estamos presumiblemente pidiéndole que coordine la actividad de ambos hemisferios cerebrales para lograr más y más experiencia en el acceso y control de las manifestaciones experienciales y conductuales del problema.
Un principio que evoluciona actualmente sobre la interacción de los hemisferios cerebrales, s que algunas funciones que son aparentemente indígenas en el comienzo de su desarrollo en el hemisferio derecho, gradualmente adquieren controles superiores en el hemisferio izquierdo. La persona promedio que simplemente disfruta de escuchar música, por ejemplo, utiliza predominantemente el hemisferio derecho en esta actividad. Un músico profesional,
Midiendo el síntoma o problema 1. Midiendo el síntoma En una escala del 1 al 100, donde 100 es el peor, ¿cuál número expresa el grado en el cual estás experimentado ese problema en este momento? Responde justo ahora. 2. Prescribiendo el problema Ahora permite que el problema se ponga peor. Mídelo. Ahora peor. Mídelo. Etc. 3. Ratificando la respuesta terapéutica (Este ejercicio terapéutico termina cuando el paciente ha logrado una obvia ganancia terapéutica, disminuyendo la medición original del problema, y expresando confianza en continuar practicando esta rutina de solución de problemas para una mejor y mejor resolución en el futuro). |
sin embargo, tiene predominancia del hemisferio izquierdo cuando está en su actividad musical. Podríamos plantear como hipótesis que un paciente que mide y ensaya un síntoma que fue originalmente codificado en el hemisferio derecho, podría desarrollar control del hemisferio izquierdo a medida que desarrolla experticia en “encender” y “apagar” el síntoma.
La investigación en la neurobiología de la memoria y el aprendizaje, indica que el proceso de acceder y recordar no es sencillo. Acceder y recordar son siempre un proceso sintético de reconstrucción. Como tal, prescribir el síntoma es realmente un proceso de reconstruirlo. Cuando le pedimos a una persona que experimente un síntoma voluntariamente en lugar de resistirlo, estamos alterando drásticamente la dinámica interna y los sistemas de memoria y aprendizaje dependientes del estado que permiten al síntoma florecer. Lo hemos cambiado de una acción disociada e involuntaria a una voluntaria; estamos deshaciendo un carácter ligado al estado. Cuando le pedimos a una persona que mida la intensidad del síntoma, lo estamos cambiando más agregándole una orientación nueva, consciente y evaluativa. Esta nueva orientación evaluativa inmediatamente potencia el proceso de solución del problema; facilita las habilidades para enfrentarlo y la auto-eficacia; y el ego del paciente es fortalecido en su relación con el anterior síntoma disociado.
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La canalización y transducción de problemas y síntomas son la base psicobiológica de una amplia variedad de formas actuales de psicoterapia.
La primera etapa es identificar la modalidad en la cual el problema del paciente está ligado al estado. Una paciente muy inhibida, por ejemplo, continuamente abría y cerraba sus manos de una manera distraída, mientras daba un relato vacilante sobre su problema. Era difícil obtener una información clara, pero era obvio que ella estaba intentando integrar muchos asuntos complejos, internos y externos, acerca de si ella debería o no tener un bebé. Yo utilicé los movimientos espontáneos de sus manos para canalizar la exploración, transducción e integración de sus asuntos, como se indica en el gráfico siguiente:
Canalización y transducción del problema para facilitar la auto-expresión 1. Reconocer la situación experiencial actual Estás tratando con muchos asuntos que son difíciles de expresar. (pausa) 2. Canalizando y transduciendo la información ligada al estado Entonces, cuando sientas que te acercas a un asunto importante, deja que tus manos se cierren mientras lo agarras. Primero revísalo en silencio en tu mente. (pausa) 3. Expresar y ratificar la resolución del problema Cuando tengas las palabras e ideas que pueden ayudarte a resolver ese asunto, encontrarás que tus manos se abren. (pausa) Y puedes decirme justo lo suficiente acerca de eso, de tal manera que yo pueda ayudarte después con el próximo asunto. |
Este ejemplo aparentemente sencillo ilustra varios puntos significativos acerca del acceso interno y la resolución de problemas que la paciente tiene dificultad para expresar. En enfoques tradicionales, esta conducta se llamaría “resistencia”. Sin embargo, desde una perspectiva psicobiológica, esta así llamada “resistencia” indica que hay una limitación para acceder a la información ligada al estado y para transducirla a una forma que pueda ser utilizada para resolver el problema. La primera afirmación “Estás tratando con muchos asuntos que son difíciles de expresar” es una verdad obvia que la paciente encontrará fácil de aceptar. Como tal, inicia un marco terapéutico de cooperación, al reconocer su realidad experiencial actual. Entonces utilicé una porción en curso de su realidad experiencial notando su lenguaje corporal espontáneo, el abrir y cerrar de sus manos, (la modalidad propioceptiva-kinestésica) mientras ella luchaba para expresarse con palabras (la modalidad lingüística-verbal). Este lenguaje corporal era un canal de auto-expresión que ya estaba bien asociado con la información ligada al estado que estaba teniendo dificultad para llegar a la modalidad verbal.
Por lo tanto, utilicé este fuerte lenguaje del cuerpo cuando inicié una canalización y transducción con “Entonces, cuando sientas que te acercas a un asunto importante, deja que tus manos se cierren mientras lo agarras”. Esta metáfora de “cerrar” y “agarrar”, canaliza y transforma su lenguaje corporal a términos verbales. Como tal, estas sencillas afirmaciones tienden a facilitar una transducción intermodal de kinestésico a verbal.
La tercera etapa de expresar y ratificar la resolución del problema fue iniciada con otra forma de la fórmula de acceso “Cuando tengas las palabras e ideas que pueden ayudarte a resolver ese asunto, encontrarás que tus manos se abren”. Esto permite a la paciente hacer su trabajo interno de acceder a la solución completamente por sus propios medios; ella está aprendiendo y ensayando maneras más efectivas de trabajar con ella misma.
La próxima oración “Y puedes decirme justo lo suficiente acerca de eso, de tal manera que yo pueda ayudarte después con el próximo asunto” la dirige hacia una forma más enfocada de auto-expresión con el fin de notificar al terapeuta acerca del siguiente asunto que necesita resolución. Así, todo el procedimiento es centrado en el paciente e iterativo: Hay un mínimo absoluto de análisis e interpretación por el terapeuta; la paciente genera, paso a paso, cualquieras percepciones conscientes que son necesitadas para facilitar más solución de problemas.
Señales ideomotoras
Uno de los métodos más populares para acceder y resolver problemas en hipnosis terapéutica, es mediante señales ideomotoras. Hay dos enfoques básicos: 1) El enfoque naturalístico original o enfoque de utilización de Milton Erickson y 2) El enfoque más estructurado de Cheek y LeCron. El estilo de Erickson era utilizar cualquier forma de gestos que ya estuvieran siendo expresados por un paciente. Si un paciente tendía a mover su cabeza espontáneamente de una manera aparentemente inconsciente durante la sesión, Erickson reconocería el movimiento como una señal ideomotora. Otro movimiento natural ideomotor podría ser expresado a través de los ojos (parpadeo), o por movimientos de las manos, brazos o piernas. En el ejemplo anterior usé el movimiento de la paciente que abría y cerraba las manos.
El enfoque más estructurado de Cheek y LeCron, por contraste, usa señales de los dedos para todos los pacientes. Respuestas de “si”, “no”, “Yo no sé”, y “No quiero responder” son asignados a diferentes dedos de la mano del paciente. Esto es seguido por una serie de preguntas que puede ser respondidas por las señales de los dedos. Las preguntas son diseñadas para acceder la fuente del problema y encontrar una solución. Un enfoque típico involucra a los pacientes en una forma estructurada de regresión de edad en la que se les pide que se “regresen” ellos mismos a un momento antes de que se manifestara el problema. El terapeuta entonces puede hacer una serie de preguntas que pueden ser respondidas por las señales de los dedos para facilitar una cuidadosa y detallada revisión de todos los aprendizajes, actitudes y marcos de referencia sensoriales-perceptivos que contribuyeron a la fuente del problema y a su mantenimiento actual.
En el cuadro siguiente he esbozado una manera de introducir las señales ideomotoras de los dedos, que son aceptables para la mayoría de los pacientes. Como se indicó, todas las preguntas están redactadas de tal manera que pueden ser respondidas con una simple señal sí o no de los dedos.
Señales ideomotoras con los dedos para acceder y reencuadrar problemas 1. Identificar la señal sí o no. Recuerda una experiencia de felicidad o de algo profundamente satisfactorio y veamos cuál dedo se levanta, se levanta, como por sí mismo, para indicar sí. (Pausa mientras el paciente identifica el dedo sí, levantándolo) Ahora busca un recuerdo de infelicidad y descubre cuál dedo se levanta para indicar no. (Pausa hasta que el paciente identifica el dedo no). 2. Acceder a la fuente y a lo que mantiene el problema Permite que tu mente interior te lleve a un momento antes de que experimentaras el problema, y entonces permite que esa señal de sí con el dedo me indique (me haga saber) que estás allí. ¿Estará bien repasarlo todo, paso a paso, desde el comienzo hasta el final, justo lo que estaba sucediendo mientras experimentabas el problema por primera vez? (Esto será seguido por una serie de preguntas que pueden ser respondidas con señales sí o no para identificar las experiencias ligadas al estado y los sentimientos asociados a la adquisición original del problema. Esto entonces es seguido por preguntas sí o no para identificar las actitudes y circunstancias actuales que mantienen el problema). 3. Ratificar las condiciones para la resolución del problema ¿Estará bien para ti estar completamente libre del problema ahora? ¿O hay una fecha en el futuro cuando puedes verte libre de él? (Si fuera necesario, esto es seguido por una serie de preguntas para determinar todas las condiciones que la personalidad total necesita realizar para la resolución del problema). |
El cuadro que sigue ilustra cómo las señales ideomotoras de la cabeza pueden ser introducidas como una variante interesante. De nuevo, todas las preguntas están redactadas para que un simple movimiento de cabeza (asentir o negar) sea suficiente para responder a la pregunta.
Se ha cuestionado que los pacientes podrían dar respuestas para complacer al terapeuta. Cheek ha dado la siguiente respuesta:
Con las técnicas hipnóticas más nuevas, usando revisiones subconscientes repetitivas debajo de la conciencia, es posible revelar la causa y efecto de la relación entre la entrada sensorial y la respuesta resultante. Mis conclusiones, se han sacado de más de 3.000 pacientes de cirugía y 15 hombres y mujeres que estaban inconscientes después de una lesión en la cabeza…
¿Podemos confiar en la información ofrecida por métodos de investigación ideomotores? Sabemos que las personas hipnotizadas son peculiarmente capaces de fabricar información, sea para complacer al hipnoterapeuta o para permitir escaparse de revivir experiencias muy traumáticas. Esta habilidad parece descansar en niveles más altos, más conscientes, de pensamiento. No parece ocurrir en horizontes profundos de la conciencia. Podemos confiar en la información cuando su eventual conversión en informe verbal ha seguido esta secuencia:
1) Somos testigos de señales fisiológicas de distrés: Ceño fruncido, respiración acelerada y pulsación de los vasos sanguíneos del cuello nos dicen que algo es estresante, pero el sujeto hipnotizado no “sabe” qué está sucediendo cuando le preguntamos.
Señales ideomotoras de la cabeza para acceder y reencuadrar problemas 1. Identificar señales ideomotoras sí y no, de la cabeza Cuando tu inconsciente esté listo para revisar la fuente de ese problema, encontrarás que tu cabeza asiente en señal de sí. Mientras revisas algunas de las consecuencias negativas de ese problema, tu cabeza puede sacudirse como señal de no. 2. Acceder a la fuente y a lo que mantiene el problema Cuando hayas regresado a un momento justo antes del comienzo de ese problema, tu cabeza puede asentir. (Pausa) ¿Y estará bien revisar como experimentaste eso la primera vez? (Esto es seguido por una serie de preguntas para identificar las experiencias ligadas al estado asociadas con la adquisición del problema y las circunstancias y actitudes actuales que lo mantienen). 3. Ratificar las condiciones para la resolución del problema ¿Estará bien para ti liberarte de ese problema ahora (o visualizar una fecha en un calendario cuando lo hayas resuelto satisfactoriamente)? (Esto es seguido por una serie de preguntas para determinar todas las condiciones que la personalidad total necesita realizar la resolución del problema). |
2) Una señal ideomotora identifica el inicio de la experiencia después que vemos los cambios fisiológicos. Si preguntamos acerca del evento, el sujeto continuará con su nivel de ignorancia verbal sobre el evento.
3) Un reporte verbal es posible después de un número variable de exploraciones subconscientes del evento. Si el evento es relativamente no amenazante, puede ser reportado rápidamente. (En una ocasión) hicieron falta 13 revisiones de toda la operación antes de lograr primer éxito en recuperar un recuerdo.
Si hay alguna pregunta acerca de la validez de un reporte, hemos encontrado que podemos pedir una respuesta a la pregunta “¿La parte interior de tu mente está de acuerdo con lo que me acabas de decir?”. Yo no le darían ningún peso a una evidencia confirmada por un alcohólico, un drogadicto o un mentiroso patológico usando métodos ideomotores, ni confiaría en la evidencia ofrecida por alguien sospechoso de ser un criminal. Mis estudios sobre experiencias anestésicas no han incluido personas de esas categorías.
Desde el punto de vista desarrollado en este libro, yo diría que los niveles fisiológicos, ideomotores y verbales de Cheek, son ejemplos de patrones de información ligados al estado que se han disociado uno del otro. Los síntomas psicosomáticos son expresiones de esas disociaciones. La terapia es lograda facilitando la transducción de información entre ellos. Es evidente que la pregunta repetitiva evoca una búsqueda recursiva interna en los niveles psicobiológicos dependientes del estado más profundos, hasta que el material buscado es transducido a nivel verbal. Debido a que este método se especializa en la facilitación de procesos recursivos, es mucho más apropiado para tratamiento de situaciones traumáticas. Como hemos visto, un trauma induce un estado alterado donde los recuerdos son codificados en forma ligada al estado que frecuentemente no está disponible para la conciencia ordinaria. Cheek ha investigado una variedad de situaciones traumáticas o de estado alterados que producen tales efectos ligados al estado: enfermedades críticas, parto, anestesia general, accidentes, experiencias sexuales amenazantes, como raptos, y a muerte o heridas graves de un ser querido. El enfoque de Cheek es particularmente aplicable en situaciones donde esfuerzos exploratorios altamente directivos y de corto plazo son necesarios para acceder rápidamente a los síntomas y a los efectos del trauma que llegan profundo a los niveles psicobiológicos del almacenamiento de memoria, impronta y aprendizaje. Las respuestas altamente emocionales que son frecuentemente obtenidas cuando material traumático es “destapado” con este enfoque, requiere de un manejo cuidadoso y un terapeuta bien entrenado.
(Fuente: Capítulo 5 de “The Psychobiology of Mind-Body Healing”, por Ernest Rossi)
Traducción, resumen y adaptación: Pedro Henríquez